HISTORIA DE UN VIAJERO
el cúmulo de voces lo desmoronó
tan sensible estaba su espíritu que se desmayó
Cuando regresó su mirada estaba perdida y encerrada
el más mínimo roce físico lo incomodaba
como si hiciera años que no tenía contacto
la luna lo acompañó sin tocarlo pero si acunándolo
se veia una luz distinta y ocre, lejana y pobre
intrigado, escudriñó su propia inconsistencia
siempre a lo lejos y sin contacto
el hambre lo acosó y le regaló su primer placer
la luna se corrió como si quisiera alejarse
la luz pobre titilaba al ritmo de su corazón
un aroma lejos y probable le envolvió su cara
sintió deseos de ir y fue casi corriendo
(la luna y la luz se fueron otro poco)
llegando vió un cuerpo desnudo y delicado
se paró en seco, quería dos cosas opuestas
pero al fin lo acercó una mueca parecida a una sonrisa
un gesto de caricia y saludo ofrendados
la mínima búsqueda de contacto no lo intimidó
se dejó cubrir suavemente por ese cuerpo
un encuentro casual o no que le devolvió sus ganas
otra luz apareció, cálida y vívida, desde dentro
Simplemente se unieron con la noche y la luna y ese astro ocre
amor.
Santiago Domingo Pampin