Un dios acreado

Transmite nuevas viejas cosas
que se disuelven inmediatamente,
se cansan de existir ni bien salen.
Delimita formas que suben mas allá
de su mente y su cráneo,
confundiéndose con el cielo.
Reproduce imágenes corpóreas
que eligen la desaparición
colgadas de una estela de cometa.

Es un dios que no se guarda nada
que no toma nada
y nada que surge de él permanece.
Es la gloria desconocida y vital
desvanecida en tu conciencia
que solo está en tu inconsciente.

Una imagen de TV
Un bloque de aire
La respiración animal
La rubia cabellera
del león corriendo.
Un fantasma...
El reflejo lateral de tu ojo átmico.
Nada que Es...

Espejos deformes
diálogos truncos con uno mismo.
Ventanas y puertas abiertas al uno
derribados límites ilusorios
esquivo tu tortuoso mensaje
y me hundo en mi.
Prefiero doblar la esquina
y aparecer detrás mío
para observarme
y quererme.
Sin juzgar.

Tu luz envenena y sana
Tu luz crea y destruye
Tu luz verdea el desierto
Destruye los muros y las fronteras
Acarrea diluvios de amor
Y los fantasmas no tienen poder
en los espejos de mi ser.

Muchas personas anidan
en mi
Muchas gentes revolotean
dentro mío
Los roles se multiplican
Hay que limpiar
Hay que ordenar
Hay que simplificar
soñar y volar
soñar y volar.

Vivir sin

Vivir sin música?
Vivir sin corazón?
Vivir sin alma?
Vivir sin sueños?
Vivir sin dios?
No soy.
No doy.
No.

La cueva

Atrapadas, sordas, ciegas formas

en una cueva profunda y negra.

Desde sus espaldas la luz juega

y la inconsciencia somatiza fantasmas

que aluden al miedo primario.

Ni siquiera hay coloquios duros y simples.

Los reflejos bordean los sueños

que arderan y volveran nuevos y mejores.

Entonces, el miedo no será,

la luz jugará nuevamente en mágicas volutas.

El registro hará otro sueño superior.

Y las formas no atrapadas, no sordas ni ciegas...

Volarán.

Nubes 1114

Tamizada la nube entre el cielo y yo
parece no moverse y no cambiar
Algún otro verá su luz prestada
en cambio constante y deslizable
Las figuras infinitas denotan
falta de forma propia y
sin embargo,
todas las formas le son propias.
Trago sus reflejos rosados
me columpio en sus lineas trazadas
por un dios loco que no lo es.
Livianas curvas, pesados volúmenes,
cansinos movimientos,
rápidas desapariciones.
El Sol juega con ellas.
Yo las respiro y sigo.
Respiro y sigo...